El mobiliario interior no es solo para arrojarse después de un largo día de trabajo o para despedirse los fines de semana.
El mobiliario es su propia forma de arte, y la verdadera marca de un soltero privilegiado radica no solo en su guardarropa y código postal, sino en los implementos con los que se relaja, seduce y reclina la cabeza.
El mobiliario ideal está diseñado teniendo en cuenta tanto la comodidad como la belleza, y todo, desde el sofá hasta la cama y el taburete de la barra, debe tener capacidades dobles. Los escandinavos perfeccionaron el arte de diseñar muebles que funcionen tanto como arte y necesidad del hogar, como lo hicieron los famosos estetos asiáticos. Y mientras los italianos saboreaban sus lujosos sofás y sillones de cuero, el estilo americano era clásico y discreto, piense en Humphrey Bogart.
Si realmente te sientes aventurero, elimina todos los muebles y pasa al modo reclinable con alfombras, alfombras y cojines de piso a pared; una verdadera guarida de relajación y, nos atrevemos a decirlo, decadencia exótica inspirada. Por el contrario, tal vez sea hora de convertir su almohadilla en el estudio que siempre ha deseado, con sillones profundos y acogedores, mesas laterales perfectas para tomar una copa y un reposapiés antiguo para completar su descanso.
Proporcione a su soltero malo un ojo para la paleta y el placer, y no tenga miedo de disfrutar de lo que hace que valga la pena volver a su reino. La belleza de vivir la vida de soltero radica en la libertad absoluta que tienes para disfrutar de tus mayores comodidades y alegrías, y ¿qué mejor lugar para comenzar que donde aterrizas primero?
Fuente versión en inglés
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