1. Determina tu estilo
¿Cómo quieres que se sienta un espacio? He aquí un truco para ayudarte a perfeccionar tu estilo: echa un vistazo a tu armario. ¿Prefieres piezas a medida o prefieres prendas más holgadas y cómodas? ¿Gravitas hacia ciertos colores o patrones? Otra forma de ayudarte a determinar tu estilo es pensar en palabras clave que definan cómo quieres que se sienta un espacio. ¿Tradicional, formal, elegante? ¿Juguetón, humorístico, atractivo? ¿Monocromático, aerodinámico, moderno?
Tome nota de las inspiraciones de diseño en cada faceta de la vida. A menudo los uso como punto de partida para hablar con los clientes cuando me contratan para ayudarlos a diseñar los interiores de sus hogares. Recuerda un hotel en el que te hayas alojado o un restaurante en el que hayas cenado que te haya llamado especialmente la atención. Tal vez fue un interior minimalista de su viaje a Japón o un clubby bar en Nueva York amueblado con sillas de cuero desgastadas.
3. Construye alrededor de tu espacio
La planificación del espacio, que afecta la escala, es esencial. La gente a menudo usa muebles que son demasiado grandes o demasiado pequeños para un espacio. Me gusta culpar a cierta empresa minorista por los muebles a gran escala que saturan los interiores hoy en día. Construya alrededor de los muebles para los que realmente tiene espacio. Piensa en el equilibrio de un espacio. Para salas más grandes, considere establecer zonas para diferentes actividades: un área para sentarse que sea propicia para la conversación; otra zona para ver la televisión; un área de trabajo con escritorio o mesa para proyectos o juegos. Aunque me encanta la simetría, puedes hacer que las cosas parezcan demasiado artificiales cuando haces que todo sea simétrico. Piense en el peso visual y la distribución para equilibrar un espacio. La proporción y la escala son claves para cualquier diseño.
4. Muestra tu pintura
La selección de pintura es una de las decisiones más importantes y rentables que puede tomar. Las opciones de pintura adecuadas conectan armoniosamente los espacios. Considera la casa como un todo. Corre el riesgo de crear habitaciones inconexas si pinta una habitación a la vez. Tener en cuenta cómo afectan los colores a nuestro estado de ánimo. Algunos colores hacen que las personas se sientan felices, tranquilas o incluso agitadas. Se sabe que pinto las puertas interiores de un negro audaz para contrastar con las paredes blancas nítidas.
Pruebe los colores de pintura reales en sus paredes cuando busque opciones. Obsérvalas con luz natural, luz de la mañana y de noche. A menudo, un color de referencia que funcionó bien para un proyecto no funcionará para otro. Lo que podría funcionar en la casa de tu amigo podría no funcionar en tu casa. Las fichas en la tienda de pintura son un punto de partida útil, pero lo que se ve bien en el papel podría no traducirse en su interior. Con pinturas blancas, pruebe un puñado de diferentes tonos en la pared y preste especial atención a los matices. Pueden tener toques de rosas, azules o amarillos. El entorno exterior afecta fuertemente la temperatura de la luz. La vegetación y el cielo pueden crear reflejos de verdes y azules en tus paredes interiores.
5. Mezcla puntos de precio alto y bajo
Pedigrí no significa necesariamente mejor (ya sea arte, muebles o perros). Considere a un artista o diseñador "desconocido" y compre según la forma, la comodidad y cómo funciona el arte o los muebles para usted y sus necesidades. Los objetos más humildes pueden tener más alma y ser lo más hermoso de una habitación. No tenga miedo de mezclar puntos de precios altos y bajos. No todo debe ser precioso para ser importante. Se puede decir lo contrario de derrochar en algo que realmente amas.
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